Cómo desarrollar definitivamente la mentalidad (mindset) para el éxito

9 claves vitales para conseguirlo

Se habla mucho últimamente de “mindset” (mentalidad; en castellano), por lo visto en inglés, parece sonar mejor, al menos eso dicen. No me molestan los anglicismos, que conste, aunque creo que se está abusando de ellos, sobre todo en el mundo de los negocios (business).

He titulado el artículo “cómo desarrollar definitivamente la mentalidad (mindset) para el éxito” para referirme al éxito en general, no solo para el mundo de los negocios, de la emprendiduría digital, del marketing online, de los coaches salidos de debajo de las piedras (con todos mis respetos) y demás aplicaciones profesionales.

Con esto no pretendo (ni siquiera un poco) ofender a nadie, yo soy emprendedora y también coach (entre otras cosas), solo quiero aclarar y dar valor, a este término de “mentalidad” o “mindset” que parece que poco a poco, por su uso o mal-uso (o uso para todo) se está desvirtuando su significado más puro y potente.

Comenzando por su definición más tradicional (RAE) que dice, Mentalidad: 1. f. Modo de pensar o configuración mental de una persona. 2. f. Conjunto de opiniones y representaciones mentales propio de una colectividad.

Partiendo de esta base se ha ido construyendo, adaptando y ampliando este sentido y significado a muchas parcelas de la vida, sobre todo la profesional. Yo quisiera hacer más hincapié en su sentido profundo, esto es no solo RAE y no solo sentido “business”. Me refiero a su uso como mentalidad para el éxito en la vida, en todos sus aspectos y áreas. Si llevas bien tu mente, la cambia o modificas, entrenando la mentalidad hacia el objetivo, todo lo demás aparece, cualquier cosa; ser un coach de éxito, ganar más dinero, perder peso, crear una empresa, llevarte mejor con tu familia, encontrar pareja, y un largo etc.

Se nos ha dicho desde siempre que la mentalidad de cada cual está en uno mismo siempre y que es difícil cambiar, que uno “es como es” y no se puede evitar… ¿os suena? Pues es mentira.

Cierto es que todos tenemos una base, una tendencia y unas capacidades o habilidades más desarrolladas “de cuna”, vienen dadas por la carga genética, la crianza y educación recibidas en nuestra vida (sobre todo en los primeros años de vida). Sin embargo, es posible (no solo posible, es totalmente necesario) cambiar la mentalidad si quieres conseguir objetivos, sean cuales sean.

Hace muchos años, lo científicos aseguraban, que las neuronas morían y no volvían a reponerse o regenerarse jamás. Lo perdido, perdido estaba. Hoy en día, se sabe y se ha demostrado, que el cerebro tiene “plasticidad” (plasticidad neuronal) es decir, que puede modelarse y readaptarse a su medio sea cual sea su base de origen o lesión por la que haya podido pasar. El cerebro se reorganiza constantemente al medio en el que se encuentra. Es más, en la edad adulta se fabrican neuronas nuevas, antes se pensaba que después de la niñez y adolescencia, esto no era posible. Hoy se sabe que sí, el cerebro produce más de 1000 neuronas al día (también perdemos muchas por el uso y la edad de las mismas), sin embargo, es posible ·”regenerarse” día a día y reorganizar y optimizar ese crecimiento nuevo de neuronas hacia una dirección determinada.

Se puede cambiar físicamente nuestro cerebro, la base está (aquello de lo que hablábamos antes, “lo dado” desde el nacimiento y después la crianza), pero podemos formar nuevas conexiones y patrones en “nuestra cabeza”, el cerebro nunca para de aprender y crear nuevas células (la cosa está en que las “entrenes” hacia un lugar determinado). Quizá os estéis preguntando ¿cómo? Pues bien, reentrenarse para el éxito, por ejemplo, no es sencillo (tampoco muy difícil, y mucho menos imposible), solo que nuestro cerebro está acostumbrado a “hacer lo mismo” es un “ahorrador” de energía nato, siempre va a hacer lo mínimo con la energía disponible que tenga. Funciona así. Al consumir tanta glucosa (un 20% del total del cuerpo), trata de ahorrar lo máximo para “no quedarse sin”, esto es supervivencia, así está diseñado.

Pero buenas noticias, si nos esforzamos un poquito, si nos entrenamos día a día, semana a semana… voilá! Ocurre el milagro. Si bien es cierto que conlleva algo de esfuerzo por nuestra parte, también es cierto que, si te nacen más de mil neuronas al día, ¿qué calidad de conexiones y hacia qué dirección quieres que vayan? ¿Hacia dónde quieres que sea ese nuevo surco neural? ¿Para qué beneficio concreto?

Ocurre también que hay mentalidades más difíciles de cambiar o readaptar que otras. Sin embargo, ninguna es imposible, solo hay que comenzar por algo de motivación, luego un plan de acción y luego cumplirlo (repetición, repetición y repetición). A esto añadir, una serie de sugerencias a seguir. Recordemos que el cerebro es una esponja que absorbe todo estímulos que le llega a través de los sentidos (seas consciente o no).

¡Comencemos!

  1. Una visión clara: cuanto más específico y claro seas con lo que quieres, más rápido, sencillo y efectivo se te hará el camino para conseguirlo. Por ejemplo; “quiero ser más feliz” es muy genérico, quizá preguntas como “qué te hace feliz” (acciones o cosas concretas) te lleve a ver qué lo hace y que acciones podrías llevar a cabo para alcanzar esos momentos de felicidad.

 

  1. Sistema de creencias: las creencias son el filtro con el que vemos el mundo, la manera en que interpretas o “coloreas” tu realidad. Si tienes creencias negativas como “eso es difícil”, “eso es imposible”, “es que no puedo”… verdaderamente así será, el cerebro es muy obediente, si le das esas órdenes, eso hará. Comienza a hablarte y a “pensarte” de manera más amigable, de manera positiva, elimina un poco el “no” de tu mente.

 

 

  1. Al cerebro le encanta llevar razón… le gusta ver lo que dices hecho realidad. Has de hacer sentir incómodo a tu antiguo sistema de creencias, hacerle dudar y que vea evidencias que confirmen lo contrario de lo que pensaba que era cierto.

 

  1. Siente el miedo, pero también aprende a amarlo. No me refiero al miedo de enfrentar una situación peligrosa, sino a temores más comunes e irracionales, como por ejemplo: miedo a fracasar, a ser juzgados, al ridículo, etc. Pero si lo pensamos un momento, se tratan de temores por cosas que no han sucedido aún, es decir, que se trata de un peligro percibido no de una realidad.

 

 

  1. Diálogo interno (ego): Debes ser consciente de las voces que opinan en tu mente, pero no las juzgues ni te castigues por pensar, tan sólo debes reconocerlas. Cuando frente a un pensamiento te dices cosas como «¡otra vez el pensamiento negativo!», sólo le estarás dando más energía para tu vocecita insistente. La realidad es que cuando comienzas a acercarte con neutralidad, tu ego comienza a calmarse.

 

  1. Desintoxicación de la gente negativa: Olvidamos el poder que tiene las personas tóxicas con energía negativa que invaden nuestra vida perjudicándola en todos sus niveles. Estás personas pueden llegar a acabar contigo, por eso tienes dos caminos: tolerarlas y a su drama o ser un poco más aislado pero tener más paz, inspiración, energía y motivación.

 

 

  1. Pedir ayuda para alcanzar el éxito. Para tener éxito es fundamental dejar de lado el orgullo y el ego que te dicen que no necesitas a nadie más y comenzar a pedir ayuda para lograr aquello que quieres. Pide ayuda a un mentor de tu género profesional, modela lo que ya funciona. Ve a un profesional de tu agrado y pruébate, da una oportunidad a los que ya están en esa “mentalidad” o que tienen ya los resultados que tú deseas.

 

  1. Valórate, no necesitas compararte con nadie: Sé tu propio “medidor”. Compárate contigo mismo a lo largo de un espacio temporal, tu “yo” de hace un año, o de dos… para hacer balance y proponerte metas, mejorar o mantener lo que ya te funciona. Deja de castigarte.

 

 

  1. La gratitud te sitúa “ipso facto” en un estado mental de abundancia: agradecer lo que ya tienes, es una buena forma de comenzar la práctica de la gratitud. Por pequeñas que sean las cosas por las que agradeces, hazlo, muchas veces damos por hecho situaciones (materiales o no) que pueden perderse en un segundo.

 

¿Quieres tener un cerebro de calidad?

¿Quieres una mentalidad ganadora?

¡Acepta el reto y entrénate!