como encontrar el proposito de vida

¿Cómo Encontrar tu Propósito de Vida? 7 Preguntas Para Encontralo YA

Y tú, ¿sabes para que estás aquí?
Te ayudaré a descubrir tu propósito de vida.
O al menos no dejarte indiferente. ¡Despierta!

¿Qué es el propósito de la vida? ¿Cuál es tu misión en la vida?

¿A lo que te dedicas resuelve algún problema? Y si es así, ¿te llena? ¿Te hace feliz o al menos te gusta? O, por el contrario, ¿aún no sabes cuál es? Sigue leyendo en este post encontrarás la respuesta.

Tus ojos ven, tus oídos oyen, tu nariz huele. Los médicos resuelven problemas médicos, los abogados resuelven los problemas legales. Tu camisa te mantiene caliente, tu reloj te indica el tiempo. Los aviones te permiten desplazarte más rápido…Todo lo creado resuelve un problema. Y todos hemos nacido con la habilidad de resolver cierto tipo de problemas.

Encontrar esta habilidad te acerca a tu propósito de vida. A aquello que tú puedes aportar y contribuir en este mundo.

El ser humano es creativo y resolutivo por naturaleza y necesita de los contrastes (también llamados “problemas”) para activar esta creatividad. Por eso se dice que tras todo problema se esconde una oportunidad.

Gracias a los contrastes, a las cosas que no nos gustan, se activa nuestro ingenio para transformarlas en cosas que nos gusten; en soluciones a problemas.

Cualquier cosa que veamos a nuestro alrededor creada por el ser humano, antes fue sólo una idea nacida con la intención de resolver un problema. Sin entrar a juzgar si lo creado solucionó o empeoró la situación en particular, según nuestro punto de vista subjetivo.

mision de vida

En general, hay muchas personas que desean encontrar su propósito o pasión profesional, también llamada misión de vida. Y es que muchas personas trabajamos en algo que no nos satisface: bien porque nos ganamos la vida a través de algo que no tiene que ver con nuestra profesión académica o porque lo que hemos estudiado no ha sido elegido por vocación, o incluso ni lo terminamos o elegimos algo en lo que formarnos.

Pero muchos elegimos una cosa un otra por la “seguridad” de futuro ficticia que decían proporcionar, es decir, a los 18 años, elegíamos alguna carrera o profesión que supuestamente nos daría para pagar las facturas, tener hijos, casarse y “normal” de la sociedad… así nos va…

Lo elegíamos por miedo. Miedo al paro, miedo a no encontrar trabajo, a ser unos fracasados, y un largo etcétera. Todos basados en una larga lista de miedos irracionales que nos han inculcado desde temprana edad.

Y yo me pregunto, ¿de verdad los 18 es una edad adecuada para tomar una decisión tan importante? Hay personas que, desde luego, lo tienen clarísimo desde que son niños o adolescentes. Sin embargo, son una minoría, la gran mayoría todavía no tiene madurez suficiente a esa edad.

La buena noticia es que a pesar de haberte equivocado —o no, según lo mires: se aprende mucho de los errores, — la gran noticia es que siempre puedes cambiar, siempre tienes la oportunidad de hacer algo nuevo, de probar, de formarte, de lanzarte a una de las aventuras más apasionantes de tu vida: convertirte en la persona que deseas ser, vivir con coherencia y sentido tu vida.

Nos pasamos la mitad de nuestro tiempo consciente trabajando. Y cuando suena el despertador, la sola idea de tener que levantarnos para dirigirnos a un trabajo que no nos llena o peor aún, nos frustra y estresa, resulta desmotivador. Un trabajo que va en contra de nuestros valores, que no nos aporta más que cargas, que nos aleja de quienes somos en realidad… puede llegar a ser incluso peligroso para nuestra salud. Y desde luego, ni que decir queda, si estás en paro desde hace tiempo, resulta desalentador levantarse cada mañana y esperar “la conformidad” de cualquier trabajo que puedas encontrar, si es que se encuentra…

cambiar es posible

En este caso, puede ser, incluso más sencillo encontrar la pasión que te mueve, ya que comenzarías de cero y dispondrían de tiempo para hallarlo.

¿Pero cómo descubrir o encontrar mi misión? ¿Mi pasión? ¿Mi propósito de vida? ¿Mi factor “X”? ¿Mi elemento? Llámalo como quieras, nos referimos todo el tiempo al famoso “sentido de la vida”.

Ésta es una pregunta que muchos se hacen hoy día. Y la verdad no es tarea sencilla, no es algo que puedas responder en un tiempo récord.
Hay personas a las que les lleva toda una vida encontrar la respuesta. Pero tampoco es cuestión de quedarte sentado.

Algunos expertos dicen que pruebes distintas cosas y te equivoques hasta que des en el clavo. Otros que sigas haciendo tu vida normal y medites o hagas actividades altruistas o de carácter espiritual, y la respuesta llegará por sí sola. Desde luego no hay una receta mágica que sirva a todos. No la hay.

¿De verdad hay una única vocación para toda la vida y nuestra misión como personas está en descubrirla?

En absoluto, todos tenemos distintas capacidades y posibilidades infinitas a la hora de vivir y sentir la vida, y de contribuir en mayor o menor medida, y de querer o no ponerse “manos a la obra” de encontrar tal propósito o no, para nada.

Sin embargo, debido a mi profesión, experiencia y entusiasmo, quiero ofrecerte algunas ideas que he recopilado y que me funcionaron a mí o que he propuesto a las personas con las que he trabajado como psicóloga y coach personal con buenos resultados. Puede que alguno de estos ejercicios te sirva a ti también, si te encuentras en esos momentos de búsqueda en tu vida, antes de que te vuelvas loco o decidas abandonar, en tal honorable misión.

Solo unas “reglas” antes de comenzar: déjate llevar, no te juzgues, deja tu análisis para las matemáticas. Ponte música, la que te guste, la que te inspire; H. Berlioz, si te gusta la clásica (el heavy-metal del siglo XIX), Mozart, algo más actual, o cualquier otra que te haga vibrar y ponerte en conexión contigo. Tómate unos minutos… descubrirás cosas interesantes…
Coge papel y bolígrafo (o lápiz, lo que quieras para escribir). Sí, sí, ya sé que a los psicólogos nos gustan más un cuaderno que a un chimpancé un plátano… pero es infinitamente más efectivo, escribir, que solo pensar unos segundos en el tema…

¿Preparado?

1. ¿Qué te encanta hacer?

¿Es la lectura, la escritura, practicar deportes, canto, pintura, negocios, ventas, hablar, escuchar, cocinar, arreglar las cosas rotas? Cualquier cosa que ames hacer, está directamente relacionada con tu Propósito.
Sea lo que sea que ames hacer, escríbelo. Puedes comenzar la frase poniendo “Amo/Me encanta… (hacer esto o aquello) …”

2. ¿Qué es lo que más disfrutabas hacer cuando eras un niño/a?

Tu Propósito está directamente relacionado con lo que te gusta. Las personas con propósito en el mundo pasan su tiempo haciendo lo que aman. Steve Jobs amaba las computadoras, a Oprah le encanta ayudar, y Edison amaba inventar. ¿Qué te gusta?

3. ¿Qué haces en tu tiempo libre?

Hagas lo que hagas en tu tiempo libre es un signo de tu Propósito. Si te gusta pintar en tu tiempo libre, entonces eso es una señal. Si te gusta cocinar, entonces eso es una señal, si te encanta hablar, entonces eso es una señal. Sigue las indicaciones.

¿Qué haces en tu tiempo libre? ¿Qué te gustaría hacer si tuvieras más tiempo libre? ¿Enseñarías danza a una clase o un curso de negocios? ¿Resuelves problemas de los amigos? ¿Pones en contacto a la gente? ¿Eres bueno buscando cosas en tiendas? ¿En internet? ¿Organizando?

4. ¿Qué percibes con facilidad?

Un vendedor de anuncios se da cuenta cuando un anuncio no vende, una peluquera nota el pelo fuera de lugar, un diseñador se da cuenta de un mal cosido, un mecánico escucha algo mal en su coche, un cantante se da cuenta si alguien desafina, un orador se percata de un discurso pobre…
¿De qué te das cuenta tú fácilmente?
¿Qué te llama la atención cuando algo no funciona correctamente?
Sea lo que sea, anótalo.

5. ¿Qué despierta tu creatividad?

¿Es la pintura, el diseño, la construcción, hablar, las ventas, filosofar, la moda…?
¿Qué despierta tu creatividad, ¿tienes ideas para recetas de cocina nueva, o un nuevo sitio web creativo sobre automóviles?
¿Qué te resulta fácil?
Anota de nuevo tus respuestas.

6. ¿Qué buenas dice de ti la gente?

¿Qué le gusta de ti a la gente? Si a nadie le gusta tu cocina, entonces probablemente no serás un buen chef.
¿La gente halaga tu escritura, o tu canto, o tu sorprendente capacidad para vender?
A lo mejor eres bueno organizando, yendo de compras o encontrando cosas. Una vez más, esta es una señal de tu propósito.

7. ¿Qué harías si supieras que no ibas a fallar? ¿Qué tuvieras el éxito garantizado?

¿Deseas iniciar un restaurante, crear un curso, iniciar tu propio negocio? ¿Qué harías si el éxito estuviese garantizado? ¿Un consultorio de algo? ¿Organizar fiestas? Esto también sería una señal.

Ahora, tómate un tiempo para revisar tus respuestas a estas preguntas: ¿qué hay de común en ellas? ¿Alguna se repite?
De todo lo que hayas puesto, finalmente, échale un vistazo general y marca con una “X” aquella actividad que más resuena contigo. Aquella que te podrías ver fácilmente haciendo el resto de tu vida.
Puede salir más de una porque te resuenen con la misma fuerza. Es perfecto así también. Incluso, puedes unir las dos pasiones de manera original, creando, -quién sabe-, una combinación genuina.

¡Felicidades!, ¡acabas de descubrir tu propósito de vida!